¿Qué información y señalización de riesgo de radiación debe haber en la zona?


Gestionar una instalación que utiliza radiaciones ionizantes en Madrid no es solo una cuestión técnica; es una enorme responsabilidad legal y de seguridad. ¿Conoces con exactitud qué información y señalización de riesgo de radiación debe haber en la zona para cumplir con la estricta normativa y proteger a tus trabajadores y al público? La correcta delimitación y señalización no es una opción, es una obligación que, si se descuida, puede acarrear graves consecuencias.

En este artículo, vamos a desgranar de forma clara y precisa todo lo que necesitas saber para que tu centro cumpla con los requisitos exigidos por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Aquí encontrarás la información clave para auditar tu propia instalación y tomar las medidas necesarias para garantizar una protección radiológica impecable.

La base de la seguridad: Clasificación de zonas radiológicas

Antes de colocar una sola señal, es fundamental entender cómo se clasifican las áreas de trabajo según el riesgo de exposición a radiaciones ionizantes. La normativa española, supervisada en nuestra región por la Comunidad de Madrid, establece una clasificación rigurosa para proteger a los trabajadores profesionalmente expuestos (TPE) y al público en general. Esta clasificación determina el tipo de señalización, las medidas de control y los requisitos de vigilancia.

Las zonas se clasifican principalmente en:

  • Zona Vigilada: Es aquella en la que, aunque no sea una zona controlada, existe la posibilidad de recibir dosis efectivas superiores a 1 mSv por año oficial o una dosis equivalente superior a 15 mSv para el cristalino o 50 mSv para la piel y las extremidades. Es un área de precaución.
  • Zona Controlada: Aquí el riesgo es mayor. Se define como la zona en la que existe la posibilidad de recibir dosis efectivas superiores a 6 mSv por año oficial o una dosis equivalente que supere los 45 mSv para el cristalino o los 150 mSv para la piel y extremidades. El acceso a estas zonas está restringido y requiere de formación y equipamiento específicos.

Dentro de las zonas controladas, existen subclasificaciones según la tasa de dosis o el riesgo de contaminación, como las zonas de permanencia limitada, permanencia reglamentada y las zonas de acceso prohibido. Identificar y delimitar correctamente estas zonas en tu instalación es el primer paso ineludible.

La señalización obligatoria: Símbolos, colores y leyendas

Una vez clasificadas las zonas, la señalización debe ser clara, visible y unívoca. Su objetivo es advertir de forma inmediata sobre la presencia de un riesgo de radiación y proporcionar información esencial sobre la naturaleza de dicho riesgo y las precauciones a tomar. La señalización estándar se basa en el famoso trébol de riesgo de radiación, cuyo color y leyendas varían según el tipo de zona.

Estos son los requisitos que debes verificar en tu instalación:

  1. Señalización en los accesos: Cada punto de acceso a una zona clasificada debe estar claramente señalizado. Esta señal debe incluir:
    • El símbolo del trébol de riesgo de radiación.
    • La leyenda que identifica la zona: “ZONA VIGILADA” o “ZONA CONTROLADA”.
    • Información sobre el tipo de riesgo: Radiación gamma, Rayos X, Riesgo de contaminación, etc.
  2. Código de colores del trébol: El color del trébol no es aleatorio y comunica un nivel de riesgo específico.
    • Verde: Para Zonas Vigiladas.
    • Amarillo: Para Zonas Controladas de permanencia limitada.
    • Naranja: Para Zonas Controladas de permanencia reglamentada.
    • Rojo: Para Zonas Controladas de acceso prohibido.
  3. Información adicional: Además de la señalización básica, en el acceso a las Zonas Controladas se debe mostrar información detallada sobre las normas de protección y seguridad aplicables en su interior. Esto incluye el uso obligatorio de dosímetros, la necesidad de llevar equipos de protección individual (EPIs) y los procedimientos de trabajo específicos.

Más allá de las señales: La información que debe estar disponible

La protección radiológica no termina en la puerta. La normativa, y por extensión las inspecciones de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, exigen que tanto los trabajadores como, en ciertos casos, el público, tengan acceso a información relevante. La falta de esta documentación puede ser motivo de sanción.

Asegúrate de que en tu instalación se dispone de la siguiente información, especialmente para los trabajadores expuestos:

  • Evaluación de riesgos y dosis: Un informe que justifique la clasificación de zonas y estime las dosis que pueden recibir los trabajadores y los miembros del público.
  • Normas de trabajo y procedimientos: Documentación escrita y accesible que describa los procedimientos de trabajo seguros, las medidas de protección a adoptar y los protocolos de actuación en caso de incidente o emergencia.
  • Registro dosimétrico: Aunque es personal, la empresa debe garantizar la gestión y el acceso del trabajador a su historial dosimétrico.
  • Identificación del Supervisor o Responsable de Protección Radiológica: Debe estar claramente indicado quién es la persona de contacto para cualquier cuestión relacionada con la seguridad y protección radiológica.
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Mantener esta información actualizada y accesible es tan crucial como tener la señalización correcta. Demuestra un compromiso activo con la cultura de la seguridad y facilita enormemente cualquier proceso de inspección o auditoría.

El papel de la Comunidad de Madrid en la supervisión

Si bien el marco regulatorio principal emana de la legislación nacional (como el reciente Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes), es la Comunidad de Madrid, a través de su Consejería de Sanidad, la autoridad competente encargada de la tramitación, autorización, registro e inspección de las instalaciones de radiodiagnóstico y otras instalaciones radiactivas en su territorio.

Esto significa que cuando solicitas la autorización de funcionamiento o pasas una inspección periódica, los técnicos de la Comunidad de Madrid verificarán exhaustivamente que tu señalización y la información disponible se ajustan a la normativa. Ellos tienen la potestad de exigir modificaciones, y en caso de incumplimientos graves, de proponer sanciones. Navegar por la normativa madrileña y sus criterios de aplicación puede ser complejo. Si necesitas asesoramiento experto para garantizar que tu instalación cumple con todos los requisitos de señalización y documentación, no dudes en contactar con nosotros para obtener un presupuesto detallado. Contar con profesionales de experiencia demostrable es clave para asegurar la conformidad y la tranquilidad.

Conclusiones: Una inversión en seguridad y cumplimiento

La correcta información y señalización de riesgo de radiación no es un mero trámite burocrático, sino el pilar fundamental de la cultura de seguridad en cualquier instalación que trabaje con radiaciones ionizantes en Madrid. Un sistema de señalización bien implementado protege la salud de las personas, previene exposiciones accidentales y garantiza el cumplimiento normativo ante las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid.

Verifica tu instalación, revisa los accesos a cada zona, comprueba que los colores y leyendas son los correctos y asegúrate de que toda la documentación necesaria está actualizada y disponible. Esta diligencia no solo te evitará problemas legales, sino que reforzará la seguridad y la confianza de todo tu equipo.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Es obligatorio señalizar las fuentes de radiación además de los accesos a las zonas?

Sí. Además de señalizar los accesos a las zonas clasificadas, los equipos generadores de rayos X y los recipientes o dispositivos que contengan fuentes radiactivas deben llevar el símbolo del trébol. Esta señalización debe ser visible y duradera, advirtiendo del riesgo inherente al propio equipo o fuente, independientemente de la zona donde se encuentre ubicado temporalmente.

¿Qué debo hacer si la señalización de mi centro está desactualizada o es incorrecta?

Debes actuar de inmediato. Un plan de acción correcto implicaría, primero, realizar una evaluación por parte de un experto o una Unidad Técnica de Protección Radiológica (UTPR) para determinar la señalización correcta según la clasificación de zonas actual. Segundo, adquirir e instalar las nuevas señales homologadas lo antes posible. Y tercero, documentar el cambio y formar al personal sobre la nueva señalización si fuera necesario. No corregir una señalización deficiente te expone a un riesgo de sanción en la próxima inspección de la Consejería de Sanidad.

¿Puedo diseñar y fabricar mis propias señales de riesgo radiológico?

No es recomendable y, en la práctica, es inviable. La normativa exige que la señalización cumpla con unos estándares muy concretos en cuanto a forma, color, tamaño y símbolo (el trébol está normalizado). Las señales deben ser claras, legibles y duraderas. Lo más seguro y eficiente es adquirir la señalización a través de proveedores especializados que garanticen que sus productos cumplen con toda la legislación vigente, tanto nacional como europea.


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